Page 150 - Manual de Urgencias Pediatría Virgen del Rocío
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Intoxicaciones 135
Evitar la absorción del tóxico
La actitud terapéutica será distinta según sea la fuente de entrada del tóxico:
Vía oftálmica: lavado conjuntival con agua o suero fisiológico durante 15 minu-
tos.
Vía rectal: se retirará el tóxico con la aplicación de un enema, bien de solucio-
nes comerciales, bien con suero fisiológico.
Vía parenteral: incisiones locales y succión, aunque este punto es discutible.
Vía cutánea: quitar toda la ropa. Lavado exhaustivo de la piel con agua y jabón,
sin olvidar el empleo de guantes por la persona que realiza el lavado, para evitar la
intoxicación.
Vía pulmonar: separar al paciente del ambiente tóxico. Pensar en el peligro de
autointoxicación de la persona que retira al paciente del ambiente tóxico (pozos
muertos).
Vía oral: supone la puerta de entrada del 90% de los casos de intoxicaciones.
Existen distintas opciones para disminuir la absorción: vaciado gástrico, bien por
inducción del vómito, bien por aspirado-lavado gástrico.
La inducción del vómito se realiza básicamente con jarabe de ipecacuana, solu-
ción de sabor agradable que tiene un doble efecto: estimula el centro del vómito a
nivel del tronco del encéfalo y tiene efecto irritativo a nivel gástrico. La cantidad a
administrar puede variar de 10 a 30 ml, en función del peso de paciente.Tras su
administración es aconsejable entregar una bolsa de plástico o cualquier otro reci-
piente para recoger el contenido del vómito con la intención de su análisis poste-
rior, en caso de ser necesario. Si no hay emesis puede repetirse la dosis una única
vez a los 20-30 minutos.
No existen evidencias de su utilidad real en pacientes pediátricos ya que la can-
tidad de tóxico que elimina es muy variable y puede retrasar o reducir la efectivi-
dad del carbón activado o antídotos orales, por lo que no debe administrarse de
forma rutinaria.
Está indicado en pacientes conscientes que han ingerido un tóxico en menos
de una hora con poca o nula afinidad al carbón activado.
Está contraindicado en: disminución de conciencia, coma, convulsiones; intoxi-
cación por estricnina, cáusticos o hidrocarburos, niños menores de 6 meses, enfer-
medad renal, cardíaca, hipertensión arterial no controlada, drogas bradicardizantes
Efectos secundarios:poco frecuentes;vómitos prolongados,diarrea,irritabilidad,
sudoración, letargia, aspiración, cardiotoxicidad (uso crónico).
En casos de ingestas muy tóxicas puede emplearse apomorfina (0,1 mg/kg sub-
cutánea).Magnífica opción por su rapidez de acción (5 minutos).La naloxona revier-
te sus efectos agonistas narcóticos).
Está indicada cuando la ingesta de la sustancia es realmente tóxica y si el inter-
valo de la ingesta es inferior a 3-4 horas (este período se alarga a las 6-8 horas en
casos determinados: salicílicos, anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos, narcóti-
cos, fenotiacinas.
Es importante conocer cuando está contraindicado la inducción del vómito:
ingesta cáustica, petróleo o derivados, tóxicos con potencial convulsivante (cocaína,
simpaticomiméticos, ácido mefenámico, alcanfor, estricnina, tricíclicos), estado de
Intoxicaciones 135
Evitar la absorción del tóxico
La actitud terapéutica será distinta según sea la fuente de entrada del tóxico:
Vía oftálmica: lavado conjuntival con agua o suero fisiológico durante 15 minu-
tos.
Vía rectal: se retirará el tóxico con la aplicación de un enema, bien de solucio-
nes comerciales, bien con suero fisiológico.
Vía parenteral: incisiones locales y succión, aunque este punto es discutible.
Vía cutánea: quitar toda la ropa. Lavado exhaustivo de la piel con agua y jabón,
sin olvidar el empleo de guantes por la persona que realiza el lavado, para evitar la
intoxicación.
Vía pulmonar: separar al paciente del ambiente tóxico. Pensar en el peligro de
autointoxicación de la persona que retira al paciente del ambiente tóxico (pozos
muertos).
Vía oral: supone la puerta de entrada del 90% de los casos de intoxicaciones.
Existen distintas opciones para disminuir la absorción: vaciado gástrico, bien por
inducción del vómito, bien por aspirado-lavado gástrico.
La inducción del vómito se realiza básicamente con jarabe de ipecacuana, solu-
ción de sabor agradable que tiene un doble efecto: estimula el centro del vómito a
nivel del tronco del encéfalo y tiene efecto irritativo a nivel gástrico. La cantidad a
administrar puede variar de 10 a 30 ml, en función del peso de paciente.Tras su
administración es aconsejable entregar una bolsa de plástico o cualquier otro reci-
piente para recoger el contenido del vómito con la intención de su análisis poste-
rior, en caso de ser necesario. Si no hay emesis puede repetirse la dosis una única
vez a los 20-30 minutos.
No existen evidencias de su utilidad real en pacientes pediátricos ya que la can-
tidad de tóxico que elimina es muy variable y puede retrasar o reducir la efectivi-
dad del carbón activado o antídotos orales, por lo que no debe administrarse de
forma rutinaria.
Está indicado en pacientes conscientes que han ingerido un tóxico en menos
de una hora con poca o nula afinidad al carbón activado.
Está contraindicado en: disminución de conciencia, coma, convulsiones; intoxi-
cación por estricnina, cáusticos o hidrocarburos, niños menores de 6 meses, enfer-
medad renal, cardíaca, hipertensión arterial no controlada, drogas bradicardizantes
Efectos secundarios:poco frecuentes;vómitos prolongados,diarrea,irritabilidad,
sudoración, letargia, aspiración, cardiotoxicidad (uso crónico).
En casos de ingestas muy tóxicas puede emplearse apomorfina (0,1 mg/kg sub-
cutánea).Magnífica opción por su rapidez de acción (5 minutos).La naloxona revier-
te sus efectos agonistas narcóticos).
Está indicada cuando la ingesta de la sustancia es realmente tóxica y si el inter-
valo de la ingesta es inferior a 3-4 horas (este período se alarga a las 6-8 horas en
casos determinados: salicílicos, anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos, narcóti-
cos, fenotiacinas.
Es importante conocer cuando está contraindicado la inducción del vómito:
ingesta cáustica, petróleo o derivados, tóxicos con potencial convulsivante (cocaína,
simpaticomiméticos, ácido mefenámico, alcanfor, estricnina, tricíclicos), estado de