Page 246 - Motivos de Consulta en Urgencias Pediátricas
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PATOLOGÍA GENITOURINARIA EXTERNA
– Intraabdominal bilateral. Estudio hormonal y exploración laparoscópica.
Deben ser referidos de forma precoz para investigación especializada.
Pruebas complementarias
• Eco: indicada en los canaliculares. No concluyente en intraabdominales.
• TC y RM: no coste eficiente.
• Abordaje laparoscópico: diagnostica presencia o no de teste y posibilita
la orquidopexia laparoscópica.
Planteamiento terapéutico en el maldescenso testicular
• Testes retráctiles: no tratamiento. Descienden el 100%.
• Criptorquidia: individualizar en cada caso, siendo posible el tratamiento
hormonal seguido, si no ha habido éxito, de orquidopexia convencional
o laparoscópica (2-3 años).
• Teste ectópico: nunca tratamiento hormonal. Orquidopexia convencio-
nal (1-2 años).
HIDROCELE
Acumulación de líquido alrededor del teste.
Clasificación
• Comunicante: comunicación con cavidad abdominal, similar a la hernia
inguinal. Su tamaño varía a lo largo del día. Tratamiento quirúrgico al diag-
nóstico.
• No comunicante: su tamaño no varía. Hidrocele del recién nacido: pro-
ducido por aumento de presión intraabdominal durante el parto. La mayo-
ría se resuelven espontáneamente en los primeros 12 meses. Su persis-
tencia más allá precisa cirugía. Ocasionalmente, en niños mayores puede
ser debido a procesos inflamatorios o infecciosos en interior de escroto.
Todo hidrocele tiene una comunicación con la cavidad abdominal que
puede ser microscópica. Por tanto, en todo hidrocele diagnosticado existe
indicación quirúrgica. En el curso de los primeros 6 meses de vida, el hidro-
cele puede regresar espontáneamente (hidrocele del recién nacido); sin embar-
go, si subsiste en este período un hidrocele del cordón espermático en el terri-
torio del anillo inguinal externo, se debe operar para evitar el peligro de isque-
mia testicular (los hidroceles de cordón son hidroceles comunicantes que han
obliterado total o parcialmente su comunicación abdominal y escrotal, que-
dando como una tumoración quística y desplazable). Los hidroceles que apa-
recen tras el transcurso del 2º año de vida, por regla general nunca desapa-
recen. Un llenado intermitente del hidrocele no debe conducir al diagnósti-
co erróneo de obliteración total u oclusión. Siempre está contraindicado rea-
lizar una punción, pues no constituye un tratamiento etiológico y puede con-
ducir a una orquitis purulenta con necrosis testicular y esterilidad.
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PATOLOGÍA GENITOURINARIA EXTERNA
– Intraabdominal bilateral. Estudio hormonal y exploración laparoscópica.
Deben ser referidos de forma precoz para investigación especializada.
Pruebas complementarias
• Eco: indicada en los canaliculares. No concluyente en intraabdominales.
• TC y RM: no coste eficiente.
• Abordaje laparoscópico: diagnostica presencia o no de teste y posibilita
la orquidopexia laparoscópica.
Planteamiento terapéutico en el maldescenso testicular
• Testes retráctiles: no tratamiento. Descienden el 100%.
• Criptorquidia: individualizar en cada caso, siendo posible el tratamiento
hormonal seguido, si no ha habido éxito, de orquidopexia convencional
o laparoscópica (2-3 años).
• Teste ectópico: nunca tratamiento hormonal. Orquidopexia convencio-
nal (1-2 años).
HIDROCELE
Acumulación de líquido alrededor del teste.
Clasificación
• Comunicante: comunicación con cavidad abdominal, similar a la hernia
inguinal. Su tamaño varía a lo largo del día. Tratamiento quirúrgico al diag-
nóstico.
• No comunicante: su tamaño no varía. Hidrocele del recién nacido: pro-
ducido por aumento de presión intraabdominal durante el parto. La mayo-
ría se resuelven espontáneamente en los primeros 12 meses. Su persis-
tencia más allá precisa cirugía. Ocasionalmente, en niños mayores puede
ser debido a procesos inflamatorios o infecciosos en interior de escroto.
Todo hidrocele tiene una comunicación con la cavidad abdominal que
puede ser microscópica. Por tanto, en todo hidrocele diagnosticado existe
indicación quirúrgica. En el curso de los primeros 6 meses de vida, el hidro-
cele puede regresar espontáneamente (hidrocele del recién nacido); sin embar-
go, si subsiste en este período un hidrocele del cordón espermático en el terri-
torio del anillo inguinal externo, se debe operar para evitar el peligro de isque-
mia testicular (los hidroceles de cordón son hidroceles comunicantes que han
obliterado total o parcialmente su comunicación abdominal y escrotal, que-
dando como una tumoración quística y desplazable). Los hidroceles que apa-
recen tras el transcurso del 2º año de vida, por regla general nunca desapa-
recen. Un llenado intermitente del hidrocele no debe conducir al diagnósti-
co erróneo de obliteración total u oclusión. Siempre está contraindicado rea-
lizar una punción, pues no constituye un tratamiento etiológico y puede con-
ducir a una orquitis purulenta con necrosis testicular y esterilidad.
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