Page 229 - Manual de Urgencias de Pediatría 12 de octubre
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Manual 1-400 29/11/10 17:18 Página 210
210 A. Gutiérrez Jiménez, O. Ordóñez Sáez, I. García Recuero, A.I. Romance García
• Rinoscopia anterior: permite la valoración de lesiones y deformidades
septales así como cuerpos extraños, esquirlas óseas y la presencia de
hematoma septal, sinequias y valorar, a grosso modo, la función de la
válvula nasal.
Signos sugestivos de fractura nasal/naso-etmoidal
Signos inflamatorios, equimosis, deformidades del dorso nasal, epista-
xis (habitualmente, bilateral) y otros menos frecuentes, como enfisema pal-
pebral superior o emisión de LCR por narinas en caso de fracturas compli-
cadas.
Radiología
Sirve para confirmar el diagnóstico clínico, aunque su normalidad no
descarta la fractura. Se utiliza la radiografía lateral de huesos propios y,
a veces, la proyección de Waters para observar los senos paranasales.
Ante la sospecha de lesión del complejo naso-etmoido-orbitario, se debe
realizar TC de dicha región. El valor de la radiografía es limitado y la deci-
sión terapéutica suele basarse en los hallazgos clínicos. En general, se
recomienda no realizarla en niños menores de 4 años dado que, por deba-
jo de esa edad el tabique nasal es muy pequeño y se superpone con las
estructuras óseas colindantes, lo que dificulta mucho valorar una posible
fractura.
TRATAMIENTO
Ante el diagnóstico de una fractura nasal, la primera decisión que hay
que tomar es si debe reducirse o no. Para ello hay que valorar, tanto la esté-
tica nasal y su función, como factores dependientes del propio paciente:
patología concomitante o situaciones especiales, como las fracturas nasa-
les reiteradas.
El momento de la reducción depende del grado de tumefacción nasal: las
lesiones valoradas poco tiempo después del traumatismo (1-3 horas), en gene-
ral pueden ser reducidas inmediatamente. Si la nariz está ya muy hinchada,
la reducción se debe posponer hasta la palpación correcta de la deformidad.
Las condiciones idóneas de reducción se producen con el paciente bajo
anestesia general. Las anestesias locor regionales se podrán realizar en pacien-
tes colaboradores.
210 A. Gutiérrez Jiménez, O. Ordóñez Sáez, I. García Recuero, A.I. Romance García
• Rinoscopia anterior: permite la valoración de lesiones y deformidades
septales así como cuerpos extraños, esquirlas óseas y la presencia de
hematoma septal, sinequias y valorar, a grosso modo, la función de la
válvula nasal.
Signos sugestivos de fractura nasal/naso-etmoidal
Signos inflamatorios, equimosis, deformidades del dorso nasal, epista-
xis (habitualmente, bilateral) y otros menos frecuentes, como enfisema pal-
pebral superior o emisión de LCR por narinas en caso de fracturas compli-
cadas.
Radiología
Sirve para confirmar el diagnóstico clínico, aunque su normalidad no
descarta la fractura. Se utiliza la radiografía lateral de huesos propios y,
a veces, la proyección de Waters para observar los senos paranasales.
Ante la sospecha de lesión del complejo naso-etmoido-orbitario, se debe
realizar TC de dicha región. El valor de la radiografía es limitado y la deci-
sión terapéutica suele basarse en los hallazgos clínicos. En general, se
recomienda no realizarla en niños menores de 4 años dado que, por deba-
jo de esa edad el tabique nasal es muy pequeño y se superpone con las
estructuras óseas colindantes, lo que dificulta mucho valorar una posible
fractura.
TRATAMIENTO
Ante el diagnóstico de una fractura nasal, la primera decisión que hay
que tomar es si debe reducirse o no. Para ello hay que valorar, tanto la esté-
tica nasal y su función, como factores dependientes del propio paciente:
patología concomitante o situaciones especiales, como las fracturas nasa-
les reiteradas.
El momento de la reducción depende del grado de tumefacción nasal: las
lesiones valoradas poco tiempo después del traumatismo (1-3 horas), en gene-
ral pueden ser reducidas inmediatamente. Si la nariz está ya muy hinchada,
la reducción se debe posponer hasta la palpación correcta de la deformidad.
Las condiciones idóneas de reducción se producen con el paciente bajo
anestesia general. Las anestesias locor regionales se podrán realizar en pacien-
tes colaboradores.