Page 228 - Manual de Urgencias de Pediatría 12 de octubre
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Traumatismo nasal 209

• Energía:
– Baja: unilaterales y distales.
– Media.
– Alta: bilaterales y proximales, pudiendo llegar a fracturarse la apófi-
sis ascendente del maxilar o el arbotante naso-frontal.

CLÍNICA
En un paciente que ha sufrido un traumatismo nasal, los signos y sín-
tomas principales son:
• Dolor e inflamación en grado variable acompañado de eritema y hema-
toma.
• Deformidad en función de las estructuras nasales afectadas y del tipo
de fractura.
• Epistaxis, generalmente autolimitada o de fácil resolución tras la reduc-
ción de la fractura y la colocación de un taponamiento nasal. En algu-
nas situaciones excepcionales, será preciso un taponamiento posterior,
en cuyo caso habrá que descartar discrasias sanguíneas asociadas u
otros factores locales de sangrado, como epistaxis frecuentes previas
o tumores (angiofibroma nasofaríngeo juvenil).
• Insuficiencia respiratoria, que también dependerá del grado de defor-
midad e inflamación postraumática asociadas.
DIAGNÓSTICO
Anamnesis detallada
Se debe incluir la información sobre el momento en que se ha produ-
cido el traumatismo, mecanismo de la lesión, existencia de epistaxis, lesio-
nes o intervenciones nasales previas, existencia de rinorrea u obstruc-
ción nasal, así como enfermedades relevantes, como alteraciones de la
coagulación.

Inspección-palpación
• Manual: es la que nos va a aportar mayor cantidad de información
pero, habitualmente, está dificultada por la inflamación y el dolor a la
palpación que sufre el paciente. Valoraremos la deformidad, presencia
de escalones óseos o crepitación existente, que nos darán una idea apro-
ximada del tipo de fractura ante el que nos encontramos.
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