Page 643 - Manual de Urgencias de Pediatría 12 de octubre
P. 643
Manual 401-878 29/11/10 17:51 Página 624
624 A. González-Posada Flores, R. Muley Alonso
• Apoyo diagnóstico:
– Sistemático urinario. La presencia de leucocituria o piuria puede
servir para diferenciar la infección de una posible contaminación de
la región periuretral. Se considera valorable más de 5 leuc/campo en
varones y 10 en mujeres en orina centrifugada. La sensibilidad es
de un 43% y la especificidad, de un 75%.
La presencia de cilindros leucocitarios indica la existencia de pielone-
fritis aguda y la hematuria, observada frecuentemente, puede ser
macroscópica en las cistitis.
– Test de nitritos. Es el parámetro más fiable, con una especificidad del
99%. Se basa en la capacidad de las bacterias para convertir en nitri-
tos los nitratos urinarios procedentes de la alimentación. Las Pseudo-
monas, los estafilococos y los estreptococos no realizan esta conver-
sión. La sensibilidad aumenta al 93% cuando también es positiva la
tira reactiva de leucocitos.
• Confirmación diagnóstica:
– Urocultivo. Confirma la bacteriuria significativa,permite la identifica-
ción del germen causante y conocer el antibiograma.
• Localización de la Infección de Tracto Urinario (ITU):
En todos los niños en los que se sospecha pielonefritis aguda se realizará:
– Hemocultivo: detecta una posible bacteriemia secundaria.
– Hemograma: grado de leucocitosis y neutrofilia como dato de apo-
yo diagnóstico y determinante de gravedad.
– Reactantes de fase aguda: PCR mayor de 2 mg/dl. A mayor elevación
sugiere mayor gravedad.
– Perfil hepatorrenal: detecta alteraciones de la función renal (aumento
de creatinina y urea plasmáticas respecto a valores normales para su
edad) por enfermedad renal previa, con deterioro o no en el episodio
agudo, así como por deshidratación en relación con vómitos, escasa
ingesta o pérdidas aumentadas por fiebre. También proporciona la cifra
de sodio y potasio en plasma, a tener en cuenta si precisa sueroterapia.
– Líquido cefalorraquídeo. En el menor de un mes, por el riesgo de
infección diseminada, se deberá realizar siempre estudio citoquími-
co y microbiológico del LCR previamente al inicio de la antibiotera-
pia, excepto si la afectación del estado general lo desaconseja o urge
el inicio del tratamiento.
624 A. González-Posada Flores, R. Muley Alonso
• Apoyo diagnóstico:
– Sistemático urinario. La presencia de leucocituria o piuria puede
servir para diferenciar la infección de una posible contaminación de
la región periuretral. Se considera valorable más de 5 leuc/campo en
varones y 10 en mujeres en orina centrifugada. La sensibilidad es
de un 43% y la especificidad, de un 75%.
La presencia de cilindros leucocitarios indica la existencia de pielone-
fritis aguda y la hematuria, observada frecuentemente, puede ser
macroscópica en las cistitis.
– Test de nitritos. Es el parámetro más fiable, con una especificidad del
99%. Se basa en la capacidad de las bacterias para convertir en nitri-
tos los nitratos urinarios procedentes de la alimentación. Las Pseudo-
monas, los estafilococos y los estreptococos no realizan esta conver-
sión. La sensibilidad aumenta al 93% cuando también es positiva la
tira reactiva de leucocitos.
• Confirmación diagnóstica:
– Urocultivo. Confirma la bacteriuria significativa,permite la identifica-
ción del germen causante y conocer el antibiograma.
• Localización de la Infección de Tracto Urinario (ITU):
En todos los niños en los que se sospecha pielonefritis aguda se realizará:
– Hemocultivo: detecta una posible bacteriemia secundaria.
– Hemograma: grado de leucocitosis y neutrofilia como dato de apo-
yo diagnóstico y determinante de gravedad.
– Reactantes de fase aguda: PCR mayor de 2 mg/dl. A mayor elevación
sugiere mayor gravedad.
– Perfil hepatorrenal: detecta alteraciones de la función renal (aumento
de creatinina y urea plasmáticas respecto a valores normales para su
edad) por enfermedad renal previa, con deterioro o no en el episodio
agudo, así como por deshidratación en relación con vómitos, escasa
ingesta o pérdidas aumentadas por fiebre. También proporciona la cifra
de sodio y potasio en plasma, a tener en cuenta si precisa sueroterapia.
– Líquido cefalorraquídeo. En el menor de un mes, por el riesgo de
infección diseminada, se deberá realizar siempre estudio citoquími-
co y microbiológico del LCR previamente al inicio de la antibiotera-
pia, excepto si la afectación del estado general lo desaconseja o urge
el inicio del tratamiento.