Page 291 - Manual deTécnicas y Procedimientos en Urgéncias de Pediatría para enfermería y medicina
P. 291
270 Técnicas y procedimientos traumatología


– No usar tablas sin depresión occipital en niños pequeños. Si es necesario,
se acolchará desde la porción torácica hasta conseguir que el plano de la
cara sea paralelo al de la tabla espinal.
– En aquello casos en que el mecanismo lesional (ahorcamiento, precipitación
desde altura con obstáculos intermedios, etc.) sugieran el diagnóstico de
fractura del pedículo de C2 (fractura de hangman o del ahorcado) o dislo-
cación occipitoatloidea se contraindica la maniobra de tracción cervical en
el eje del cuerpo.


MATERIAL/RECURSOS HUMANOS
– Collarines cervicales con soporte mentoniano: de varias tallas (Figs. 1 y
2).
– Tabla espinal de adulto y pediátrico (Fig 3).
– Inmovilizadores laterales.
– Recursos humanos:
- La colocación del collar cervical exige la presencia de dos operadores,
uno que mantenga el control sobre la vía aérea, al tiempo que mantie-
ne la inmovilización cervical bimanual y el segundo que coloca el collar
cervical con la técnica correspondiente.
- Para situar al paciente sobre la tabla rígida y fijación posterior son nece-
sarios al menos cuatro operadores, independientemente de la técnica
que se use.
- El menor tamaño, peso y aparente facilidad de manejo del niño nun-
ca debe hacernos pensar que se puede prescindir de los sistemas y
métodos establecidos para los adultos. Su fragilidad los hace especial-
mente vulnerables a movimientos bruscos que pueden empeorar, e
incluso ocasionar, lesiones potencialmente graves.


1. Collarín cervical
La correcta inmovilización de la columna cervical exige el uso de collarines
rígidos o semirrígidos con soporte cervical y apoyo mentoniano, tipo Philadel-
phia o Stifneck.
Debemos recordar que la capacidad inmovilizadora de estos artefactos no
es absoluta, pero protegen la columna cervical y disminuyen convenientemen-
te la posibilidad de movimientos inadecuados de la cabeza y cuello. Su mayor
efecto es el de limitación de los movimientos de flexión (hasta un 75%), siendo
inferior su eficacia con respecto a la rotación y movimientos laterales.
Es importante también elegir el tamaño adecuado, dada la variabilidad carac-
terística de la edad pediátrica: si es demasiado corto no inmoviliza y, al contra-
rio, un collarín excesivamente grande provocaría una hiperextensión del cuello,
no deseable.
Los collarines Stifneck, más rígidos, disponen de un modelo ajustable en
tres tallas para pediatría, además de ser fácilmente apilables, economizando
   286   287   288   289   290   291   292   293   294   295   296