Page 817 - Manual de Urgencias de Pediatría 12 de octubre
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Manual 401-878 29/11/10 17:52 Página 798
798 A. Sánchez Barrueco, G. Zayas Pavón, I. Amores Hernández, M.A. Villafruela Sanz
cidos de perforación timpánica, cuerpos extraños vegetales (porque, al
hidratarse, pueden aumentar su volumen y dificultar su posterior extrac-
ción), antecedentes quirúrgicos otológicos recientes o portadores de
tubos de ventilación.
Salvo una exposición del cuerpo extraño muy próxima a la entrada del
CAE (tanto que se vea externamente sin necesidad de otoscopio), deben
evitarse maniobras de extracción instrumental, sobre todo con pinzas,
que pueden desplazar el cuerpo extraño, causando mayores lesiones
(se emplean ganchos romos y otro instrumental específico). En el caso
de que se produzcan lesiones o instilación de agua en el oído perfora-
do, se recomienda pauta de fluorcinolona-sulfato de neomicina o tobra-
micina o ciprofloxacino en mayores de 6 años, tópicos cada 8 horas.
En el caso de insectos, se sugiere la instilación de anestésicos tópicos
(lidocaína: 1-2%), aceite templado o alcohol al 70%, para matarlos pre-
viamente a su extracción. Aunque infrecuente, ante la sospecha de mia-
sis (infestación larvaria), algunos autores recomiendan la administración
previa del antihelmíntico indicado (por ejemplo, ivermectina oral o tópi-
ca), previa a su aspiración por el especialista ORL.
• Criterios de derivación a ORL: imposibilidad de extracción, impactación
del cuerpo extraño, historia de perforación timpánica, portador del tubo
de ventilación, lesiones en el CAE, cuerpos extraños altamente erosivos
(pilas de botón), lavados realizados sobre oído perforado, miasis o aso-
ciación con otorragia y/u otorrea.
Fosas nasales (Algoritmo 1)
• Etiología: introducción accidental o voluntaria. La mayoría son niños de
3-5 años.
• Clínica: asintomático o asociando rinorrea unilateral fétida, obstrucción
nasal y/o epistaxis. En casos de días de evolución, puede presentar
síntomas de sinusitis aguda (fiebre y cefalea).
• Diagnóstico: la anamnesis resulta primordial aunque, en la mayoría de
los casos, el propio paciente informa a sus padres de la presencia y el
tipo de cuerpo extraño, ante la imposibilidad de retirarlo. La explora-
ción se realiza mediante un rinoscopio y, en su defecto, con un otosco-
pio. Debe prestarse especial atención a los cornetes inferior y medio, ya
que la mayoría de los cuerpos extraños se ubican entre éstos y el sep-
798 A. Sánchez Barrueco, G. Zayas Pavón, I. Amores Hernández, M.A. Villafruela Sanz
cidos de perforación timpánica, cuerpos extraños vegetales (porque, al
hidratarse, pueden aumentar su volumen y dificultar su posterior extrac-
ción), antecedentes quirúrgicos otológicos recientes o portadores de
tubos de ventilación.
Salvo una exposición del cuerpo extraño muy próxima a la entrada del
CAE (tanto que se vea externamente sin necesidad de otoscopio), deben
evitarse maniobras de extracción instrumental, sobre todo con pinzas,
que pueden desplazar el cuerpo extraño, causando mayores lesiones
(se emplean ganchos romos y otro instrumental específico). En el caso
de que se produzcan lesiones o instilación de agua en el oído perfora-
do, se recomienda pauta de fluorcinolona-sulfato de neomicina o tobra-
micina o ciprofloxacino en mayores de 6 años, tópicos cada 8 horas.
En el caso de insectos, se sugiere la instilación de anestésicos tópicos
(lidocaína: 1-2%), aceite templado o alcohol al 70%, para matarlos pre-
viamente a su extracción. Aunque infrecuente, ante la sospecha de mia-
sis (infestación larvaria), algunos autores recomiendan la administración
previa del antihelmíntico indicado (por ejemplo, ivermectina oral o tópi-
ca), previa a su aspiración por el especialista ORL.
• Criterios de derivación a ORL: imposibilidad de extracción, impactación
del cuerpo extraño, historia de perforación timpánica, portador del tubo
de ventilación, lesiones en el CAE, cuerpos extraños altamente erosivos
(pilas de botón), lavados realizados sobre oído perforado, miasis o aso-
ciación con otorragia y/u otorrea.
Fosas nasales (Algoritmo 1)
• Etiología: introducción accidental o voluntaria. La mayoría son niños de
3-5 años.
• Clínica: asintomático o asociando rinorrea unilateral fétida, obstrucción
nasal y/o epistaxis. En casos de días de evolución, puede presentar
síntomas de sinusitis aguda (fiebre y cefalea).
• Diagnóstico: la anamnesis resulta primordial aunque, en la mayoría de
los casos, el propio paciente informa a sus padres de la presencia y el
tipo de cuerpo extraño, ante la imposibilidad de retirarlo. La explora-
ción se realiza mediante un rinoscopio y, en su defecto, con un otosco-
pio. Debe prestarse especial atención a los cornetes inferior y medio, ya
que la mayoría de los cuerpos extraños se ubican entre éstos y el sep-