Page 637 - Manual de Urgencias de Pediatría 12 de octubre
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Manual 401-878 29/11/10 17:51 Página 618
618 E. Fernández Díaz, F. Moreno Palomares, M. Vidart Anchía
Por esta particularidad se debe explorar clínica y radiológicamente el
antebrazo y las articulaciones de codo y muñeca. El tratamiento será la
reducción y contención con yeso. En ocasiones, si la fractura es ines-
table, requiere osteosíntesis.
• Fracturas de la muñeca y la mano
– Regiones distales del cúbito y del radio: son las localizaciones más
frecuentes. Se producen por lesión directa al caerse con la mano y la
muñeca extendidas, como medida de protección. Se debe examinar
cuidadosamente la mano y el codo que se pueden lesionar de forma
asociada. Las fracturas metafisarias (en rodete o tallo verde) son las más
frecuentes, seguidas de las epifisiolísis. En función de la existencia de
desplazamiento o no, el tratamiento será conservador, con inmoviliza-
ción con yeso, o la reducción quirúrgica con posterior osteosíntesis.
– Escafoides: es el hueso del carpo que más frecuentemente se lesio-
na. Provoca dolor en la tabaquera anatómica, tras caída sobre la mano
extendida. Radiológicamente no hay cambios hasta los 10-14 días
posteriores a la fractura así que, ante la sospecha, se debe inmovili-
zar con yeso y repetir radiografía a las 2 semanas del accidente.
– Lesiones traumáticas de la mano: son raras y comprometen, funda-
mentalmente, tejidos blandos, tras accidentes domésticos o recrea-
cionales. Dentro de este grupo, las más frecuentes son las lesiones
por aplastamiento o amputación de los pulpejos, y requieren valora-
ción específica por cirugía plástica.
Miembro inferior
• Fracturas del fémur: son fracturas secundarias a accidentes de alta
energía: siempre que el mecanismo lesional no esté claro, se debe sos-
pechar maltrato o fractura patológica. Presentan alto riesgo asociado
de complicaciones vasculares, nerviosas y compromiso sistémico: hemo-
dinámico por pérdida de sangre, embolia grasa, tromboembolismo
pulmonar. Por la frecuente asociación de lesiones vásculo-nerviosas,
requieren atención urgente con inmovilización y fijación con osteo-
síntesis.
• Fracturas de la tibia: son habituales en lactantes que comienzan a
caminar y se producen por un mecanismo torsional: “fractura de los pri-
meros pasos”. En el 70% de los casos, el peroné no está afectado, lo
618 E. Fernández Díaz, F. Moreno Palomares, M. Vidart Anchía
Por esta particularidad se debe explorar clínica y radiológicamente el
antebrazo y las articulaciones de codo y muñeca. El tratamiento será la
reducción y contención con yeso. En ocasiones, si la fractura es ines-
table, requiere osteosíntesis.
• Fracturas de la muñeca y la mano
– Regiones distales del cúbito y del radio: son las localizaciones más
frecuentes. Se producen por lesión directa al caerse con la mano y la
muñeca extendidas, como medida de protección. Se debe examinar
cuidadosamente la mano y el codo que se pueden lesionar de forma
asociada. Las fracturas metafisarias (en rodete o tallo verde) son las más
frecuentes, seguidas de las epifisiolísis. En función de la existencia de
desplazamiento o no, el tratamiento será conservador, con inmoviliza-
ción con yeso, o la reducción quirúrgica con posterior osteosíntesis.
– Escafoides: es el hueso del carpo que más frecuentemente se lesio-
na. Provoca dolor en la tabaquera anatómica, tras caída sobre la mano
extendida. Radiológicamente no hay cambios hasta los 10-14 días
posteriores a la fractura así que, ante la sospecha, se debe inmovili-
zar con yeso y repetir radiografía a las 2 semanas del accidente.
– Lesiones traumáticas de la mano: son raras y comprometen, funda-
mentalmente, tejidos blandos, tras accidentes domésticos o recrea-
cionales. Dentro de este grupo, las más frecuentes son las lesiones
por aplastamiento o amputación de los pulpejos, y requieren valora-
ción específica por cirugía plástica.
Miembro inferior
• Fracturas del fémur: son fracturas secundarias a accidentes de alta
energía: siempre que el mecanismo lesional no esté claro, se debe sos-
pechar maltrato o fractura patológica. Presentan alto riesgo asociado
de complicaciones vasculares, nerviosas y compromiso sistémico: hemo-
dinámico por pérdida de sangre, embolia grasa, tromboembolismo
pulmonar. Por la frecuente asociación de lesiones vásculo-nerviosas,
requieren atención urgente con inmovilización y fijación con osteo-
síntesis.
• Fracturas de la tibia: son habituales en lactantes que comienzan a
caminar y se producen por un mecanismo torsional: “fractura de los pri-
meros pasos”. En el 70% de los casos, el peroné no está afectado, lo