Page 619 - Motivos de Consulta en Urgencias Pediátricas
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Libro_2: Manual 408pag 28/3/11 16:01 Página 594
PATOLOGÍA ACCIDENTAL
Localización. En determinadas regiones del cuerpo las quemaduras pue-
den causar deformidades invalidantes, considerándose graves aunque su exten-
sión sea pequeña. Estas zonas críticas son: cara, cuello, manos, pies, geni-
tales y superficies articulares.
Edad. Además de las diferencias existentes en los segmentos corporales,
a menor edad existe mayor labilidad hídrica (menores reservas de agua) y la
piel es más fina y laxa, por lo que el tejido se edematiza con gran facilidad.
Existen también diferencias en la función renal y en los sistemas cardiaco y
respiratorio.
Enfermedades asociadas. La mayoría de las patologías crónicas graves
asociadas, ya sean respiratorias, renales, metabólicas o inmunológicas, con-
fieren una mayor gravedad con independencia de la extensión y profundidad
de la quemadura.
REANIMACIÓN DEL QUEMADO GRAVE
Valoración primaria del gran quemado
Valoración inicial rápida y sistemática para el diagnóstico y tratamiento
de situaciones potencialmente graves de forma inmediata. Aplicación de la
regla del ABC de la reanimación. Garantizar vía aérea permeable:
• Inspeccionar vía aérea para descartar quemaduras faciales y lesiones por
inhalación.
• Intubar si hipoxemia o insuficiencia respiratoria (evitar succinilcolina).
• Emplear ketamina (1-2 mg/Kg/dosis) + vecuronio (0,1 mg/Kg/dosis), o
rocuronio (de elección por menor vida media, 0,6 mg/Kg/dosis).
Se deben canalizar dos vías periféricas de grueso calibre si la SCQ < 20%
o una vía central si SCQ > 20% o < 20% en quemaduras complicadas.
Reposición hidroelectrolítica. Se considera que una quemadura > 10%
SCQ de 2º o 3º grado en el niño precisa una reposición hídrica adecuada.
Es importante el sondaje vesical y el control de la diuresis. Los sueros de elec-
ción son los cristaloides. Existen diversas fórmulas para el cálculo de las nece-
sidades hídricas. Todas ellas son orientativas y sólo sirven para dar una pri-
mera pauta de perfusión. La más utilizada es la fórmula de Parkland:
• Primeras 8 horas: NB + ½ NA (4 ml RL x Kg x % SCQ). En las siguientes
16 h: NB + ½ NA. Idealmente cada hora se debe valorar la diuresis e ir ajus-
tando el ritmo de perfusión según necesidades y tolerancia del paciente.
• En los siguientes días se iniciarán sueros glucosados y coloides (seroal-
búmina 1-2 g/Kg/día).
• En los pacientes menores de 10-20 Kg, valorar aporte de SF o RL + glu-
cosa al 4-5% desde el inicio del tratamiento por riesgo de hipoglucemia
o hacer glucemias seriadas frecuentes.
• El ritmo de diuresis óptimo dependerá de cada paciente de forma indivi-
dual. Habitualmente en niños menores de 2 años, la diuresis deberá man-
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PATOLOGÍA ACCIDENTAL
Localización. En determinadas regiones del cuerpo las quemaduras pue-
den causar deformidades invalidantes, considerándose graves aunque su exten-
sión sea pequeña. Estas zonas críticas son: cara, cuello, manos, pies, geni-
tales y superficies articulares.
Edad. Además de las diferencias existentes en los segmentos corporales,
a menor edad existe mayor labilidad hídrica (menores reservas de agua) y la
piel es más fina y laxa, por lo que el tejido se edematiza con gran facilidad.
Existen también diferencias en la función renal y en los sistemas cardiaco y
respiratorio.
Enfermedades asociadas. La mayoría de las patologías crónicas graves
asociadas, ya sean respiratorias, renales, metabólicas o inmunológicas, con-
fieren una mayor gravedad con independencia de la extensión y profundidad
de la quemadura.
REANIMACIÓN DEL QUEMADO GRAVE
Valoración primaria del gran quemado
Valoración inicial rápida y sistemática para el diagnóstico y tratamiento
de situaciones potencialmente graves de forma inmediata. Aplicación de la
regla del ABC de la reanimación. Garantizar vía aérea permeable:
• Inspeccionar vía aérea para descartar quemaduras faciales y lesiones por
inhalación.
• Intubar si hipoxemia o insuficiencia respiratoria (evitar succinilcolina).
• Emplear ketamina (1-2 mg/Kg/dosis) + vecuronio (0,1 mg/Kg/dosis), o
rocuronio (de elección por menor vida media, 0,6 mg/Kg/dosis).
Se deben canalizar dos vías periféricas de grueso calibre si la SCQ < 20%
o una vía central si SCQ > 20% o < 20% en quemaduras complicadas.
Reposición hidroelectrolítica. Se considera que una quemadura > 10%
SCQ de 2º o 3º grado en el niño precisa una reposición hídrica adecuada.
Es importante el sondaje vesical y el control de la diuresis. Los sueros de elec-
ción son los cristaloides. Existen diversas fórmulas para el cálculo de las nece-
sidades hídricas. Todas ellas son orientativas y sólo sirven para dar una pri-
mera pauta de perfusión. La más utilizada es la fórmula de Parkland:
• Primeras 8 horas: NB + ½ NA (4 ml RL x Kg x % SCQ). En las siguientes
16 h: NB + ½ NA. Idealmente cada hora se debe valorar la diuresis e ir ajus-
tando el ritmo de perfusión según necesidades y tolerancia del paciente.
• En los siguientes días se iniciarán sueros glucosados y coloides (seroal-
búmina 1-2 g/Kg/día).
• En los pacientes menores de 10-20 Kg, valorar aporte de SF o RL + glu-
cosa al 4-5% desde el inicio del tratamiento por riesgo de hipoglucemia
o hacer glucemias seriadas frecuentes.
• El ritmo de diuresis óptimo dependerá de cada paciente de forma indivi-
dual. Habitualmente en niños menores de 2 años, la diuresis deberá man-
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