Page 155 - Manual deTécnicas y Procedimientos en Urgéncias de Pediatría para enfermería y medicina
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134 Técnicas y procedimientos cardiovasculares
FIGURA 3. Visuali-
zación de los vasos
umbilicales en un
corte transversal del
cordón.
lical. Anudar suavemente un cordonete estéril en la base del cordón umbi-
lical para evitar el sangrado.
3. Pinzar la base umbilical con unas pinzas de disección y seccionar el cordón
transversalmente con una hoja de bisturí a 1-2 cm de la superficie cutánea,
en un plano perpendicular al eje del cordón, para preservar la orientación y
anatomía de los vasos umbilicales, facilitando su reconocimiento.
4. Identificar los vasos umbilicales: el cordón umbilical contiene habitual-
mente una vena ancha y laxa de localización central o cefálica y dos peque-
ñas arterias de pared más gruesa (Fig. 3).
5. Abrir y dilatar la luz de la vena umbilical con la pinza dilatadora, separando
sus ramas. Retirar coágulos, si los hubiera.
6. Elección del calibre más adecuado de catéter en función del peso y la indicación
que ha motivado la canalización (oscila entre 3,5, 5 y 8 Fr, siendo este último
el más indicado para la realización de la exsanguinotransfusión). Existen catéte-
res de luz simple, doble o triple. Los de luz múltiple son los más recomenda-
dos en grandes prematuros y recién nacidos potencialmente graves, ya que per-
miten administrar fármacos, nutrición parenteral y soluciones incompatibles
simultáneamente (por ejemplo, las que contienen agentes vasopresores, bicar-
bonáto sódico o calcio), evitando la colocación de múltiples llaves de 3 pasos.
7. Conectar el catéter a una llave de tres pasos y jeringa de 5 ml con suero sali-
no heparinizado (1 U/ml), y purgarlo.
8. Sujetar el extremo del cordón con unas pinzas o mosquito, ejerciendo una
suave tracción, e introducir el catéter suavemente en la luz de la vena ayu-
dándose de las pinzas con presión constante, centímetro a centímetro, has-
ta la distancia calculada previamente (Fig. 4).
- Si notamos una discreta resistencia en los primeros 4-5 centímetros de
canalización, se vencerá manteniendo una presión firme, con tracción
suave del cordón.
- En caso de percibir resistencia a los 5-10 cm de la canalización, lo más
probable es que se haya canalizado una rama de la vena porta, en cuyo
caso debe retirarse el catéter para evitar complicaciones.
FIGURA 3. Visuali-
zación de los vasos
umbilicales en un
corte transversal del
cordón.
lical. Anudar suavemente un cordonete estéril en la base del cordón umbi-
lical para evitar el sangrado.
3. Pinzar la base umbilical con unas pinzas de disección y seccionar el cordón
transversalmente con una hoja de bisturí a 1-2 cm de la superficie cutánea,
en un plano perpendicular al eje del cordón, para preservar la orientación y
anatomía de los vasos umbilicales, facilitando su reconocimiento.
4. Identificar los vasos umbilicales: el cordón umbilical contiene habitual-
mente una vena ancha y laxa de localización central o cefálica y dos peque-
ñas arterias de pared más gruesa (Fig. 3).
5. Abrir y dilatar la luz de la vena umbilical con la pinza dilatadora, separando
sus ramas. Retirar coágulos, si los hubiera.
6. Elección del calibre más adecuado de catéter en función del peso y la indicación
que ha motivado la canalización (oscila entre 3,5, 5 y 8 Fr, siendo este último
el más indicado para la realización de la exsanguinotransfusión). Existen catéte-
res de luz simple, doble o triple. Los de luz múltiple son los más recomenda-
dos en grandes prematuros y recién nacidos potencialmente graves, ya que per-
miten administrar fármacos, nutrición parenteral y soluciones incompatibles
simultáneamente (por ejemplo, las que contienen agentes vasopresores, bicar-
bonáto sódico o calcio), evitando la colocación de múltiples llaves de 3 pasos.
7. Conectar el catéter a una llave de tres pasos y jeringa de 5 ml con suero sali-
no heparinizado (1 U/ml), y purgarlo.
8. Sujetar el extremo del cordón con unas pinzas o mosquito, ejerciendo una
suave tracción, e introducir el catéter suavemente en la luz de la vena ayu-
dándose de las pinzas con presión constante, centímetro a centímetro, has-
ta la distancia calculada previamente (Fig. 4).
- Si notamos una discreta resistencia en los primeros 4-5 centímetros de
canalización, se vencerá manteniendo una presión firme, con tracción
suave del cordón.
- En caso de percibir resistencia a los 5-10 cm de la canalización, lo más
probable es que se haya canalizado una rama de la vena porta, en cuyo
caso debe retirarse el catéter para evitar complicaciones.