Page 612 - Manual de Urgencias de Pediatría 12 de octubre
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Manual 401-878 29/11/10 17:51 Página 593
Cojera 593
• Menores de 3 años: es la edad más complicada de evaluar al tener un
patrón de marcha inmaduro. Además, la historia clínica suele ser vaga
y no colaboran en la exploración.
Las causas más frecuentes son: sinovitis transitoria de cadera, artritis
séptica de cadera o rodilla, fracturas ocultas, luxación o subluxación de
cadera, espondilodiscitis.
• 3-10 años: sinovitis transitoria de cadera, enfermedad de Perthes. La
AIJ y la enfermedad de Duchenne son menos frecuentes pero es impor-
tante que no pasen desapercibidas.
• Mayores de 10 años: suele ser debida al aumento de la actividad física,
es decir, lesiones de sobreuso o sobreesfuerzo. Una vez cerradas las fisis,
las lesiones deportivas son similares a las que sufren los adultos. En esta
edad es más frecuente la epifisiólisis de la cabeza femoral, el Osgood-Schlat-
ter o las osteocondrosis tarsales y las espondilólisis/espondilolistesis.
CLÍNICA
Es importante realizar una adecuada anamnesis, haciendo especial hin-
capié en los siguientes aspectos:
• Localización del dolor y su irradiación: el dolor de cadera suele irra-
diarse a la ingle y cara interna del muslo y a la rodilla, y el de la columna
vertebral o articulación sacroilíaca a nalgas y cara posterior del muslo. Loca-
lizar el dolor en el lactante irritable suele resultar extremadamente difícil.
• Ritmo del dolor y duración del mismo: en el dolor mecánico (por
patología no inflamatoria), el dolor aumenta con la deambulación y a
lo largo de la actividad física, más al final del día. En el dolor inflamato-
rio, el dolor y la dificultad para la marcha son más intensos al inicio, des-
pués de periodos prolongados de reposo (sobre todo, por las mañanas),
y ceden o mejoran después. El dolor nocturno, especialmente si des-
pierta al niño, debe sugerir un proceso maligno. En los casos del oste-
oma osteoide, característicamente, el dolor aparece por la noche y mejo-
ra con antiinflamatorios. El dolor de predominio nocturno en ambos
miembros inferiores, poco localizado y que calma con masajes y calor,
es sugestivo de los aún denominados “dolores de crecimiento”.
• Forma de presentación: si es brusca, debe sugerir traumatismo; si
es gradual, sugiere infección y, si es lenta, patología inflamatoria, mecá-
nica o neoplásica.
Cojera 593
• Menores de 3 años: es la edad más complicada de evaluar al tener un
patrón de marcha inmaduro. Además, la historia clínica suele ser vaga
y no colaboran en la exploración.
Las causas más frecuentes son: sinovitis transitoria de cadera, artritis
séptica de cadera o rodilla, fracturas ocultas, luxación o subluxación de
cadera, espondilodiscitis.
• 3-10 años: sinovitis transitoria de cadera, enfermedad de Perthes. La
AIJ y la enfermedad de Duchenne son menos frecuentes pero es impor-
tante que no pasen desapercibidas.
• Mayores de 10 años: suele ser debida al aumento de la actividad física,
es decir, lesiones de sobreuso o sobreesfuerzo. Una vez cerradas las fisis,
las lesiones deportivas son similares a las que sufren los adultos. En esta
edad es más frecuente la epifisiólisis de la cabeza femoral, el Osgood-Schlat-
ter o las osteocondrosis tarsales y las espondilólisis/espondilolistesis.
CLÍNICA
Es importante realizar una adecuada anamnesis, haciendo especial hin-
capié en los siguientes aspectos:
• Localización del dolor y su irradiación: el dolor de cadera suele irra-
diarse a la ingle y cara interna del muslo y a la rodilla, y el de la columna
vertebral o articulación sacroilíaca a nalgas y cara posterior del muslo. Loca-
lizar el dolor en el lactante irritable suele resultar extremadamente difícil.
• Ritmo del dolor y duración del mismo: en el dolor mecánico (por
patología no inflamatoria), el dolor aumenta con la deambulación y a
lo largo de la actividad física, más al final del día. En el dolor inflamato-
rio, el dolor y la dificultad para la marcha son más intensos al inicio, des-
pués de periodos prolongados de reposo (sobre todo, por las mañanas),
y ceden o mejoran después. El dolor nocturno, especialmente si des-
pierta al niño, debe sugerir un proceso maligno. En los casos del oste-
oma osteoide, característicamente, el dolor aparece por la noche y mejo-
ra con antiinflamatorios. El dolor de predominio nocturno en ambos
miembros inferiores, poco localizado y que calma con masajes y calor,
es sugestivo de los aún denominados “dolores de crecimiento”.
• Forma de presentación: si es brusca, debe sugerir traumatismo; si
es gradual, sugiere infección y, si es lenta, patología inflamatoria, mecá-
nica o neoplásica.